II Muestra de Teatro del Taller Escuela Julián Besteiro

Fecha: 24 May 2018

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Y​a es la segunda muestra de teatro que presentan los alumnos de teatro/taller de La Escuela Julián Besteiro. 

Si en primer el curso pasado, se intentó recitar unos textos, este año por fin, ellos se han arriesgado, por primera vez, a actuar. 

Lo hacen con dos piezas cortas, una; Sin vistas en el panorama, sobre un texto que escribí hace más de 20 años como ejercicio por mi paso en la RESAD. Es una pequeña pieza que considero, que es ahora, cuando padece aún más los vientos del terrible virus que estamos sufriendo y respirando en nuestras calzadas, unos vientos mucho más intoxicados que en el momento en el que fue escrita. 

Y queremos dejar claro, que intentamos marcar una línea o quizás sean dos: una estética y otra ética. Una en la que deseamos recoger y seguir ese pensamiento del teatro y del hecho teatral, que, sin caer en demagogia, éste debe conectar con nuestra realidad más inmediata. Ya que ahora mismo estamos siendo testigos de cómo nuestros derechos se están pretendiendo desmontar en muy poco tiempo; esos derechos que durante largas décadas creíamos, ingenuamente, que ya habíamos conseguido y estaban consolidados. Y de algo de esto hablamos en nuestras dos dramaturgias, tanto en Sin vistas en el panorama como en Sin carreras en el canódromo, ésta última es una versión, más que libérrima, sobre una original pieza escrita hace más de 60 años, por Oswaldo Dragún de El hombre que se convirtió en perro.

En definitiva, dos pequeñas historias, que creemos honradamente, están muy al pie de la calle, y muy a pie de lo que debe ofrecer un sindicato, no sólo uno tan centenario y prestigioso como UGT, sino cualquier sindicato que tenga un mínimo sentido didáctico de despertar conciencias, ya sea a sus afiliados, simpatizantes o los demás ciudadanos. 

A nosotros, en estos tiempos, dejadnos por favor, que apostemos más por la ingenuidad que por el cinismo.

Nos sentimos muy honrados de compartir esta muestra con el montaje, en toda regla, que ha hecho nuestro compañero Luciano Sánchez.  Se os ofrece, no la paradoja, sino un cierto paralelismo, él habla a través del Diderot sobre la necesidad del aprendizaje, y nosotros, a través de un pequeño grupo de actores/alumnos muy heterogéneos de edades y procedencias, de mostrar lo que han aprendido durante un curso preparándose una tarde a la semana.

Y creemos que no hay aprendizaje verdadero, estamos convencidos de ello, si no es con la conciencia de ser y de estar con uno mismo y con el mundo. 

Por muchos debates televisivos que insistan en influir en los ciudadanos, entendemos que la información, la didáctica y la cultura, está en otro espacio que llamaremos conciencia.

Fernando de las Heras Cabezuelo

LA PARADOJA DEL COMEDIANTE

Origen de la obra.

En 1763 el muy célebre actor inglés, David Garrick, realiza una serie de representaciones en la ciudad de París. El impacto que produce en el mundillo teatral fue enorme: la concepción de los personajes, la técnica para abordarlos, su propia personalidad, han quedado en la historia del Arte Dramático como ejemplo de lo que 150 años más tarde, el gran maestro Stavnislasvki definió como antítesis artística de su ‘arte de la vivencia’ y a lo que llamó ‘El arte de la representación’. 

Denis Diderot, (1713-1784), filósofo, autor dramático, crítico de arte, editor, ensayista, hombre en definitiva vital e inquieto, que estaba entre los espectadores que admiraron el trabajo de Garrick, fue el más conocido de los editores de la ‘Enciclopedia’ o ‘Diccionario razonado de las Ciencias, de las Artes y de los Oficios’, proyecto editorial que ha quedado como la obra síntesis del movimiento político y cultural de la Ilustración. 

O también llamado el Siglo de las luces, pues es a través de pioneros como Diderot que el impulso de esta gente cogió ya la fuerza suficiente como para sostener la feliz idea de que la luz de la razón podría borrar de la tierra las tinieblas que provocan las creencias religiosas y políticas dominantes; y con ellas, las falacias que justifican el estatus quo y los abusos que de esta forma pasan a ser moralmente tolerables. 

Así que en el núcleo de la obra que presentamos veremos a la encarnación de ese ‘filósofo’, ese principal entre las gentes ilustradas, a ese admirador de todo lo grande, de lo exaltado, de lo vital, de lo bello, - conocerle es amarle - asistiendo como  convidado a un debate en el presente sobre las virtudes del gran actor, sobre la naturaleza del teatro y sobre su papel en la sociedad, estrictamente basado en las reflexiones que él dejó escritas en su día - y sin publicar - sobre las impresiones que le causaron las evoluciones de Garrick en el escenario. Apostamos a que ‘La paradoja del comediante’ es el texto más importante que se ha escrito sobre ‘El Arte de la Representación’. 

Sean Uds. bienvenidos!

Fuente: EJB